sábado, 27 de marzo de 2010

Diferentes tipos de agua, distintos beneficios


Aunque todas las aguas se parezcan, no son iguales. El mercado del agua embotellada dispone para nosotros toda una gama muy diferenciada. Las hay de manantial, o de minerales naturales; provistos de bicarbonatos, sodio, calcio, hierro o muchos otros aditivos.
Estos manantiales pueden ser naturales o haber sido creados por el ser humano; pero en ambos casos, sus aguas se caracterizan por su pureza tanto química como microbiológica. Las subterráneas son ricas en
minerales, oligo-elementos y otros componentes que pueden utilizarse en beneficio de nuestro cuerpo. Sin embargo, existen algunas diferencias entre ambas:
manantiales: se trata de fuentes que salen de forma natural a la superficie, aunque también puede sacarse del subsuelo. Sus aguas deben presentar ciertos niveles de pureza que la hagan aptas para el consumo.
mineral natural: aguas exclusivas de depósitos subterráneos, libres de toda contaminación. Podríamos decir que es bacteriológicamente sana, pues se la envasa en el lugar de donde se extrae. Los minerales y oligoelementos que posee son naturales, no se le agrega ni quita nada.
Conocer las cualidades de cada tipo de agua te ayudará a seleccionar la que tu cuerpo requiera. Lee la siguiente información y la próxima vez que estés frente la góndola del supermercado, tómate unos minutos para revisar las etiquetas.


Tipos de agua mineral:
Hiposódicas diuréticas: menos de 20 mg/l de
sodio. Ideales para que quienes requieren una dieta baja en sodio, sea por hipertensión arterial, problemas cardiacos, litiasis, afecciones renales o alteraciones asociadas a retención de líquidos.
De débil mineralización: el total de
calcio es inferior a 150 mg/l y el de magnesio menor a 50 mg/l. Ideal para usarse en alimentos infantiles y para personas con problemas de riñón.
De mineralización fuerte: aquella con residuo seco superior a 1500 mg/l
Bicarbonatadas: aporta un nivel superior a 600 mg/l de bicarbonatos. Neutralizan la secreción gástrica y estimulan la digestión. También se las recomienda para tratar problemas de metabolismo, sobre todo en casos en que se quemen pocas grasas o en los que hay vesículas o hígados poco activos.
Fluoradas: con más de 1 mg/l de fluoruros.
Sulfatadas: son las que poseen más de 200 mg/l de sulfatos. De sabor amargo, tienen una importante acción sobre la piel y el aparato digestivo. Se caracterizan por su acción purgante.
Cálcicas: las de más de 150 mg/l de calcio.
Carbónicas: agua con gas. Gas carbónico libre, para ser más exactos. Una de las ventajas de su consumo es su capacidad para estimular los ácidos del aparato digestivo.
Magnésicas: con más de 50 mg/l de magnesio.
Ferruginosas: más de 1 mg/l de hierro. Sugeridas para ayudar en casos de anemia, también se las recomienda contra el reumatismo y la obesidad.
Sódicas: contienen más de 200 mg/l de sodio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario